Recomendaciones para trabajadoras y trabajadores en territorio
Desde las direcciones de Salud y Educación Ambiental y de Recursos Humanos te acercamos algunas recomendaciones para hacer frente a las altas temperaturas que se presentan en esta época del año.
Una ola de calor se define como un período excesivamente cálido en el cual las temperaturas máximas y mínimas superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores que dependen de cada localidad.
A través del sistema de alertas tempranas por olas de calor y salud del Servicio Meteorológico Nacional se procura anticipar a la población, con la mayor antelación posible, situaciones meteorológicas extremas y sus posibles efectos en la salud.
Existen tres niveles de alertas: Verde, que no implica peligros para la salud de las personas; Amarilla, que pueden ser peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo tales como bebes, niñas y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas: renales, cardíacas, respiratorias, hipertensión, diabetes y/u obesidad; Naranja, cuando las altas temperaturas son muy peligrosas para la población en general y particularmente nocivas para la población de riesgo; por último, la alerta Roja, donde la peligrosidad es generalizada y puede afectar a cualquier grupo.
¿Qué hacer frente a las olas de calor?
Ante la persistencia de altas temperaturas lo primero que tenés que hacer es prestar atención al tipo de Alerta por Olas de calor y Salud emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional e informarte sobre los cuidados necesarios para tu salud y la de tu familia.
Si hay alerta declarada NARANJA se suspende la actividad programada de trabajadores en territorio al aire libre, hasta que cambie esa alerta.
En caso de alerta AMARILLA que ponen en riesgo la salud, tené un plan para cada lugar que frecuentes, tu casa, el trabajo, la escuela…, en relación a la refrigeración o ventilación del ambiente; los teléfonos de emergencias médicas y la ubicación de los centros de salud y hospitales más cercanos, así como farmacias de guardia.
Mantené una reserva del botiquín de primeros auxilios y medicinas de las personas que padezcan enfermedades crónicas. Contá con hielo y suficiente cantidad de agua segura en la heladera y preparate para la posibilidad de cortes de luz.
Tomá precauciones con quienes puedan verse más afectados por el impacto de la ola de calor: familiares, vecinas y vecinos de edad avanzada, niñas y niños pequeños, personas con alguna enfermedad crónica o con sobrepeso y quienes viven en situación de calle. Es posible que requieran ayuda, por eso es importante que cuentes con los teléfonos de emergencias, si alguna descompensación ocurriera en el hogar o en la vía pública.
Asegurá que las mascotas y otros animales tengan agua y sombra disponibles.
Recomendaciones durante el evento
En lugares cerrados la mejor manera de evitar un golpe de calor es hidratándote, tomá agua con mayor frecuencia, aún cuando no sientas sed. Procurá siempre consumir agua segura. Evitá bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes.
Preferí consumir frutas y verduras y evitá las comidas abundantes.
No realices actividad física intensa.
En el territorio o lugares abiertos procurá siempre vestirte con ropa liviana y fresca. La ropa suelta hecha de materiales tales como algodón y seda permite el paso del aire. El aire que pasa sobre la piel ayudará a enfriar el cuerpo al evaporar el sudor de la piel.
La ropa de colores claros refleja el calor mejor que la oscura y ayuda a mantener el cuerpo frío. El uso de sombreros de ala ancha durante los días de sol proporciona sombra.
Para la cabeza, cara y área de la nuca. Si es necesario usar algún tipo de protección en la cabeza, como un casco de seguridad, puede ser una buena idea añadirle un pedazo de género de color claro a las orillas traseras y laterales para proteger el cuello.
No olvides nunca consumir abundante agua, fresca y segura.
Prestá atención a signos de alerta como sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
Ante la aparición de alguno de estos síntomas, acudí sin demora al hospital o centro de salud más cercano.