Modelación matemática

Los sistemas para modelación matemática son herramientas muy potentes para estudiar problemáticas complejas, como las diversas dinámicas, procesos y condiciones que se pueden dar en la realidad de la Cuenca. Permiten simular con suficiente precisión el comportamiento esperable en distintos sitios a partir de diferentes acciones previstas. Esto brinda la posibilidad de experimentar la respuesta potencial del ambiente antes de poner en práctica distintas acciones de gestión.

ACUMAR modela el comportamiento de las 14 subcuencas que componen la CHMR a nivel  hidrológico, hidráulico y de la calidad de las aguas transportadas en sus ríos y arroyos, a partir de la recolección permanente de distintos datos primarios que incluyen:

• Relevamiento topobatimétrico de toda la Cuenca y los cauces de los cuerpos de agua (relieve, depresiones, niveles, velocidad de escurrimiento);
• Estaciones meteorológicas e hidrométricas;
• Estaciones de monitoreo de agua puntual superficial y subterráneas, y de monitoreo continuo;
• Caracterización de distintos puntos de la Cuenca a nivel fisicoquímico y microbiológico;
• Georreferenciación y caracterización de distintas fuentes antrópicas con vuelcos directos e indirectos;
• Series estadísticas respecto a actividades industriales y de servicios;

En su conjunto todos estos datos e información son considerados para alimentar los distintos componentes del modelo, que mediante expresiones matemáticas establecen la vinculación de principios físicos y químicos para explicar distintos procesos naturales que se dan en la CHMR.

Finalizado el proceso de carga, los modelos se ajustan (calibran) de forma tal de asegurar que permiten explicar con suficiente precisión y exactitud los resultados que son verificados en campo de forma real. Cuando esos escenarios de observación llegan a un nivel suficiente, se considera validado el modelo. A partir de aquí es posible explorar situaciones potenciales o hipótesis, para evaluar la respuesta que el sistema bajo estudio (la Cuenca) tendría.

Estos modelos aprovechan la potencia de cálculo de las computadoras para combinar todos los datos conocidos obtenidos de distintas fuentes de información, y analizar dinámicas como la velocidad con la que decaen y se degradan las distintas sustancias presentes en el agua al ser arrastradas y avanzar río abajo, o estudiar la variación en los niveles del río para estudiar la potencial afectación por un evento de precipitación.

El análisis exhaustivo que puede desarrollarse propicia un diagnóstico más detallado de la situación de la Cuenca y una mejor evaluación sobre cuál es la importancia de los diversos factores que influyen en la calidad de sus cursos de agua, reconociendo el efecto que producen en ella.

Se trata de una herramienta más en el proceso de la toma decisiones en la gestión, que enriquece la planificación de medidas más efectivas para recuperar la Cuenca Matanza Riachuelo.