28 de junio: Día Mundial del Árbol
La fecha es un motivo para difundir la importancia de conservar los ecosistemas de bosques. En ACUMAR recorrimos la Cuenca para conmemorar esta celebración mundial, sensibilizar sobre el valioso rol de los árboles en la preservación del ambiente y plantar especies nativas.
Celebrada por primera vez en 1840, en Suecia, esta fecha tiene como fin generar conciencia sobre la importancia de estos aliados silenciosos que son esenciales para lograr un desarrollo sostenible. Desde ACUMAR, trabajamos para conservar este valioso bien natural y, por eso, desde el 23 de junio y hasta el 30, referentes del organismo están visitando distintos municipios de la Cuenca –Avellaneda, Las Heras, Presidente Perón, San Vicente, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Cañuelas y Ciudad de Buenos Aires- para dar charlas sobre la temática y plantar especies nativas.
Considerados los pulmones del planeta, los árboles mejoran la calidad de vida de los seres vivos. El objetivo de esta conmemoración mundial es concientizar acerca de su importancia en el ecosistema global y sensibilizar a la población sobre la necesidad de su preservación.
Los árboles juegan un papel fundamental en la conservación del ambiente ya que proveen múltiples beneficios ecosistémicos a las poblaciones de todos los rincones de la tierra: regulan los ciclos hidrológicos, mitigando inundaciones; liberan oxígeno y capturan gases de efecto invernadero; previenen la erosión de los suelos; contribuyen a regular el clima, reduciendo los efectos del cambio climático. Además, son hábitat para la diversidad biológica.
En las grandes urbes, los árboles reducen la contaminación atmosférica, visual y sonora, generando bienestar fisiológico, sociológico y económico a la población. También son materia prima para la elaboración de medicinas, alimentos, fibras, entre otros insumos que sustentan nuestra vida diaria. Para muchas culturas, los árboles son parte de su patrimonio natural y cultural, representan historias, están asociados a su identidad o tienen un significado espiritual que los hacen especiales y venerables.
La Cuenca está ubicada en la ecorregión pampeana donde abundan las llanuras de pastizales y pajonales. Sin embargo, hay pequeñas formaciones boscosas en las cercanías de sus arroyos. Allí las especies nativas más características son el ceibo y el sauce criollo, entre otras. En el Matanza Riachuelo los árboles son refugio para aves, insectos, hongos, y posibilitan el desarrollo de plantas que no podrían hacerlo sin su presencia, como la vegetación de los sotobosques, ecosistemas que necesitan la sombra de los árboles para su existencia.
A nivel mundial, cerca del 78% de los bosques primarios han sido destruidos por el accionar humano y el paradigma de dominio imperante sobre la naturaleza. El 22% restante se ha visto afectado por la extracción de madera. Sólo el 12% de los bosques del mundo están bajo tutela y con algún grado de conservación.
La desaparición de grandes superficies arbóreas alrededor del mundo ha aumentado las incidencias de los desastres naturales sobre las poblaciones más vulnerables (sequías, huracanes, vendavales, granizadas, incendios forestales) como también ha afectado la biodiversidad tras la pérdida de hábitat y extinción de diversas especies animales y vegetales.
Los Estados y numerosas organizaciones ambientales, sociales y comunitarias de todo el mundo promueven su protección y conservación mediante un vínculo responsable, sustentable y amigable con el ambiente.
En ACUMAR forestamos las márgenes del río y los espacios abiertos, impulsamos la plantación de especies nativas y recorremos la Cuenca difundiendo la importancia de cuidar nuestro ambiente.