ACUMAR ya controló más de 3.000 industrias en lo que va del año
La Autoridad de Cuenca fiscalizó 3190 establecimientos en lo que va de 2017. Las inspecciones buscan identificar agentes contaminantes que deben adecuar sus procesos productivos y corroborar sanciones preexistentes.
Durante el último mes, la Dirección de Fiscalización y Adecuación Ambiental de ACUMAR realizó 389 inspecciones en el ámbito de la Cuenca Matanza Riachuelo, alcanzando así 3190 operativos en lo que va del año. Las inspecciones, a cargo de la Patrulla Ambiental del organismo, buscan detectar desvíos e infracciones a la normativa ambiental así como constatar el cumplimiento de sanciones tales como clausuras parciales o totales de establecimientos ya inspeccionados.
Durante el último mes se realizaron también un total de 13 allanamientos judiciales, que tienen lugar cuando los agentes de la Patrulla Ambiental no son recibidos en una primera instancia. El cuerpo de inspectores constató además que de las 231 clausuras vigentes, 36 se encontraban en violación, es decir que al momento de la inspección estaban funcionando, lo que dio lugar a la intervención de la justicia para sancionar a los infractores.
ACUMAR cuenta con facultades de regulación y control respecto de las actividades industriales y de servicios, o cualquier otra tarea con incidencia ambiental en la Cuenca. El trabajo de los inspectores se intensificó a partir de marzo de este año cuando entró en vigencia una nueva normativa que restringe aún más los límites de descargas en los cursos de agua que conforman la Cuenca Matanza Riachuelo.
Por esta razón y para reforzar el accionar de las áreas de Fiscalización y Adecuación Ambiental, el organismo presentó, el pasado 8 de septiembre, la Patrulla Ambiental, una cuadrilla especial conformada por una flota de 19 vehículos y 37 inspectores. El objetivo de este equipo es realizar inspecciones y constatar el cumplimiento de los planes de adecuación implementados, además de recorrer toda la Cuenca en busca de infracciones tales como vuelcos clandestinos de efluentes industriales, deficiente gestión de residuos, emisiones gaseosas presumiblemente fuera de estándar o potenciales pasivos ambientales, entre otros.
Para realizar un abordaje integral de la problemática, la nueva Patrulla Ambiental trabaja en coordinación con otros organismos de control ambiental como la Agencia de Protección Ambiental porteña (APRA), el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires (ADA), y Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA).