22 de noviembre: Día de la Flor Nacional
En la Cuenca, se encuentra desde la desembocadura del Río de la Plata hasta la Cuenca Alta y en sus efluentes, generalmente asociada a terrenos costeros y humedales.
El 22 de noviembre de 1943 el ceibo (Erythrina crista-galli) fue declarada la flor nacional, una especie nativa que atrae picaflores, colibríes, abejorros, abejas y aves que se alimentan de los insectos.
Se puede encontrar en las riberas de los cauces principales y en sus efluentes. En la Cuenca, se encuentra desde la desembocadura del Río de la Plata hasta la Cuenca Alta y en sus efluentes, generalmente asociada a terrenos costeros y humedales.
Juega un papel importante en el ecosistema, ya que al encontrarse en las riberas, es una de las primeras defensas de la erosión del agua, y mantiene la estructura de las orillas. En los lugares bajos de las costas bonaerenses, se pueden observar comunidades de ceibo, llamadas ceibales.
Su altura ronda entre los 6 a 10 metros, su corteza es de color pardo gris, gruesa y con surcos y florece entre los meses de octubre hasta abril. Su flor roja es llamativamente bella, por lo que es utilizada en parques y plazas.
Otras flores y árboles de la Cuenca
Además del ceibo, en la zona ribereña de la Cuenca, encontramos sauce criollo (Salix Humboldtiana),de follaje verde y con sus características ramas colgantes pueden superar los 25 mts de altura, es típico en los bordes de los arroyos y curupí (Sapium Haematospermum): alcanza hasta 10 metros de altura, con su savia blanca y pegajosa es conocido también como lecherón, se ubica en tierras bajas y húmedas.
En las zonas altas hay tala (Celtis Tala), de porte mediano llega a los 10 metros de altura, es quizá el árbol más emblemático de la Cuenca, ya que forma bosquecillos en las zonas “altas”, espinillo (Acacia Caven): conocido también como aromito, hace referencia a su perfume en floración, este árbol llega a superar los 5 metros de altura, molle (Schinus Longifolius): perene, de porte pequeño/mediano no supera los en general los 5 metros de altura y a algarrrobo blanco- (Prosopis alba): puede llegar a superar los 10 metros, es preciado por su copa y su buena sombra.
Los árboles con sus flores brindan distintos servicios ecosistémicos: como la sombra en las grandes ciudades o la regulación de las altas temperaturas. También, tienen funciones en los distintos ciclos biogeoquímicos: la protección de los suelos frente a la erosión, la regulación del clima por la humedad de su evapotranspiración, la disminución de la evaporación del agua en los suelos y la emisión de oxígeno.