Día Mundial del Inodoro: no es broma
En 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que designó al 19 de noviembre como el Día Mundial del Retrete.
Por Leandro García Silva*
Ya pasaron siete años de la resolución A/RES/67/291 de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la que se estableció mundialmente a esta fecha como el Día del Inodoro. Esta inusual declaración buscó llamar la atención sobre las consecuencias que genera el hecho de que más de 4.000 millones de personas en el mundo no puedan acceder a eliminar sus excretas de forma segura para la salud y para el ambiente, que respeten su privacidad y su dignidad.
No contar con instalaciones sanitarias, la falta de acceso al agua y la ausencia de sistemas adecuados para el tratamiento y disposición de excretas, son una realidad a transformar en el mundo.
En las áreas urbanas de países como el nuestro, el inodoro es un artefacto conocido que rara vez está ausente en las viviendas. Su presencia es el resultado de la gran urbanización y un amplio acceso al agua corriente y a los servicios cloacales, indispensable para su buen funcionamiento.
La contaminación de origen cloacal es una de las tres principales fuentes de contaminación del Matanza Riachuelo.
Nuestro retrete, un asunto colectivo
Una parte los problemas que persisten en la Cuenca Matanza Riachuelo (CMR) tienen que ver con el hábitat y el planeamiento urbano: viviendas que no tienen baños, la falta de agua o cloacas, el insuficiente tratamiento de los líquidos cloacales, o las dificultades económicas para conectarse a los servicios, aun cuando los barrios tengan cloacas.
Más de 500 barrios, muchos de ellos villas y asentamientos, no tienen asegurado el acceso al agua corriente en todas las viviendas. Muchos inodoros descargan a pozos ciegos o en zanjas y arroyos, porque no cuentan con acceso a redes cloacales.
A medida que nos alejamos de los ejes urbanizados, encontramos lugares que, aunque recolectan las heces y orina de sus habitantes mediante cañerías, no tienen instalaciones adecuadas para su tratamiento ni disposición segura para el ambiente y la salud. Las plantas de tratamiento existentes no siempre funcionan o son insuficientes.
En nuestra Cuenca, se estima que la mitad de las y los habitantes no acceden a servicios cloacales en sus viviendas y que la Demanda Biológica de Oxígeno (DBO), que refleja los vuelcos de materia orgánica en el agua, es de 60.000 kilogramos diarios.
Lograr mantener una cantidad de 2 miligramos de oxígeno por litro de agua en todos los arroyos y ríos de la Cuenca es el primer paso en el camino a su recomposición ambiental, requiere que esos vuelcos no sean mayores a 10.000 kilogramos diarios de DBO, un objetivo que no podrá alcanzarse si no se universaliza el acceso a los servicios y al tratamiento de los líquidos cloacales.
ACUMAR tiene entre sus prioridades atender estas cuestiones centrales para cumplir con los objetivos del Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA): mejorar la calidad de vida de las y los habitantes, recomponer el ambiente y prevenir el riesgo ambiental.
Junto a AySA, ABSA, prestadoras municipales, cooperativas de servicios, cooperativas y empresas constructoras, consorcios vecinales y habitantes, con el financiamiento estatal y de los organismos financieros internacionales, llevamos adelante un sinnúmero de acciones para que todas y todos los que viven en la Cuenca puedan acceder al agua y disponer sus excretas adecuadamente.
Hoy está en plena construcción y con un alto grado de avance, el Sistema Riachuelo, una obra de gran envergadura e importancia que permitirá ampliar la cobertura de las redes cloacales en el Área Metropolitana de Buenos Aires, dándoles tratamiento antes de su disposición en el Río de Plata, a 12 km de la costa.
A lo largo del Riachuelo se extendió la red cloacal, ampliando su cobertura a más de 2.260.000 de habitantes entre 2009 y 2018.
Para ello, se ampliaron las redes y la capacidad de las plantas de tratamiento Sud Oeste en La Matanza y El Jagüel, en Esteban Echeverría. También se construyeron plantas de tratamiento de líquidos cloacales en Lanús y en el barrio Fiorito al sur del Riachuelo.
La planta de tratamiento cloacal de Berazategui, uno de los pilares del sistema cloacal del Área Metropolitana, se encuentra en funcionamiento y su futuro emisario al Río de la Plata permitirá que las cloacas que se volcaron por décadas sin tratamiento, a 500 metros de la costa, se dispongan tras un tratamiento 10 km río adentro.
ACUMAR financió la expansión de redes de agua y cloacas en la Cuenca Alta, de Marcos Paz y Cañuelas, y concretó la renovación y puesta en marcha de las plantas de tratamiento en Las Heras, Cañuelas y Marcos Paz.
Están próximas a finalizarse obras de ampliación de las redes cloacales en el barrio 21-24 de Barracas, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se diseñaron e implementaron mecanismos de financiamiento y apoyo técnico para que muchas familias puedan concretar la conexión de sus viviendas a las redes cloacales existentes.
Lograr el acceso universal a los servicios de saneamiento es una tarea permanente y de largo aliento, requiere grandes capacidades técnicas que nuestro país tiene y fuertes inversiones que no siempre fue posible movilizar.
Que cada persona pueda usar un inodoro, conectado a un sistema de transporte y tratamiento de excretas, que proteja a la salud y al ambiente, continúa siendo un desafío que requiere de voluntad, decisión y desplegar capacidades técnicas y económicas en pos de lograrlo.
Desde ACUMAR sabemos que hemos avanzado mucho en el saneamiento de la Cuenca y que todavía falta mucho por hacer.
*Titular de la Unidad de Planificación Estratégica de ACUMAR
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