Día Mundial del Árbol: plantamos especies nativas en la Cuenca
El viernes realizamos una buena práctica de plantación, que ayuda a recomponer el ambiente, una acción puntual por el Día Mundial del Árbol, en Lomas de Zamora.
Se conmemora esta fecha para recordar la importancia que tienen los árboles en los ámbitos naturales y urbanos. La Argentina cuenta con 628 especies de flora arbórea y en la Cuenca Matanza Riachuelo (CMR) existen alrededor de 40 especies entres nativas y exóticas.
El viernes realizamos una pequeña plantación de árboles sobre el Camino de Sirga, en Lomas de Zamora. Las y los cooperativistas que realizan la limpieza de las márgenes del río plantaron las especies nativas. Previamente, el área de Empleo Verde y Desarrollo Sostenible de ACUMAR realizó una charla con las instrucciones necesarias sobre los ejemplares a plantar y la preparación de los lugares, tomando las medidas de cuidado como uso de barbijo y alcohol en gel.
Se plantaron las siguientes especies nativas, donadas por la Fundación Chicos Naturalistas , 2 Anacahuitas (Blepharocalyx salicifolius), 2 Murta (Myrceugenia glaucescens), 2 Palo amarillo (Terminalia australis), 1 Ceibo (Erythrina crista-galli) y 1 Tala (Celtis ehrenbergiana).
Participaron de la actividad, de ACUMAR el director general de Gestión Política y Social, Antolín Magallanes, el director de la Comisión de Participación Social, Fabio Márquez, la directora de Fortalecimiento Comunitario y Promoción del Desarrollo, María José Parra, Camila Rodríguez y Fabio Brito, de la coordinación de Empleo Verde y Desarrollo Sostenible, el Coordinador de Cooperativas, Claudio Argüello, y el coordinador de Residuos Sólidos Urbanos, Martín Carballo, por la municipalidad de Lomas de Zamora estuvieron presentes, el Secretario de Medio Ambiente, Emiliano Baloira, el Director de Medio Ambiente, Fernando Reguero, y la Directora de Paisajismo, Liliana Santarelli.
La importancia de los árboles
Brindan distintos servicios ecosistémicos, concepto que refiere a los beneficios que aportan al ambiente y que son percibidos por la sociedad: como la sombra en las grandes ciudades o la regulación de las altas temperaturas. También, tienen funciones en los distintos ciclos biogeoquímicos: la protección de los suelos frente a la erosión, la regulación del clima por la humedad de su evapotranspiración, la disminución de la evaporación del agua en los suelos y la emisión de oxígeno.
Frente al cambio climático global, los árboles actúan con su conocida captura de carbono: mediante la fotosíntesis absorben el dióxido de carbono, principal gas causante del calentamiento global, lo retiran de la atmósfera y lo transforman en biomasa como madera, hojas, frutos, raíces. A medida que las concentraciones de los gases de efecto invernadero aumentan, la reforestación con especies nativas se posiciona como una herramienta poderosa de mitigación frente al cambio climático. Por eso, los árboles son parte de las alternativas para abordar la solución de las complejas problemáticas ambientales.
Los arboles añejos forman parte del paisaje y del patrimonio, por lo que es necesario conocerlos, revalorizarlos y trabajar para su conservación. Desde ACUMAR, trabajamos en ese sentido y para conservar los ambientes naturales donde viven, realizamos forestaciones de las márgenes del río y de los espacios abiertos.
En la Cuenca avivan la generación de hábitat, especialmente para las aves, proveen refugio y alimento a la fauna y en ocasiones estructuran la propia matriz de ambientes. Los árboles hospedan y forman ecosistemas donde se desarrollan plantas que no podrían hacerlo sin su presencia, como la vegetación de los sotobosques, ecosistemas que necesitan la sombra de los árboles para su existencia.
Especies emblemáticas de la CMR
Ubicada en la ecorregión pampeana, la Cuenca se caracteriza por sus vastas llanuras de pastizales y pajonales mayormente despobladas de árboles, sin embargo hay formaciones boscosas pequeñas generalmente rodeando los arroyos. Algunas de las especies más características que se encuentran son:
Zona Ribereña
- Ceibo- (Erythrina crista-galli): flor nacional argentina, de porte mediano puede llegar a los 15/20 metros leñoso y tortuoso, melífero, sus flores rojas pueden observarse de octubre a abril son visitadas por gran cantidad de insectos, se ubica en bajos inundables y ayuda a estabilizar las tierras.
- Sauce Criollo-(Salix Humboldtiana): caducifolio (las hojas se caen en algún momento del año) y dioico (hay ejemplares hembras y machos), de follaje verde y con sus características ramas colgantes pueden superar los 25 mts de altura, es típico en los bordes de los arroyos.
- Curupí- (Sapium Haematospermum): alcanza hasta 10 metros de altura, con su savia blanca y pegajosa es conocido también como lecherón, se ubica en tierras bajas y húmedas. Sus frutos con sus semillas con muy apreciadas por las aves, además es hospedador de muchas especies de mariposas. Muy presente en la cultura Guarani, el Kurupi es conocido como el protector del bosque.
Zonas altas:
- Tala – (Celtis Tala): de porte mediano llega a los 10 metros de altura, es quizá el árbol más emblemático de la Cuenca, ya que forma bosquecillos en las zonas “altas”. Es muy preciado por las aves por sus frutos carnosos anaranjados y dulces, además de ser muy utilizado para anidar y como refugio. Sus hojas se disponen en una forma de zig-zag muy característica que permite su fácil identificación. Es alimento para varias mariposas, incluida la zafiro del talar. Forma parte integral del patrimonio histórico y cultural de la ecorregión pampeana
- Espinillo-(Acacia Caven): conocido también como aromito, hace referencia a su perfume en floración, este árbol llega a superar los 5 metros de altura. Su corteza oscura, sus espinas y su forma tortuosa es característica, sus flores redondas, pequeñas y amarillas permiten identificarlo rápidamente.
- Molle- (Schinus Longifolius): perene, de porte pequeño/mediano no supera los en general los 5 metros de altura. Florece de septiembre a mayo, es visitado por gran cantidad de insectos polinizadores y sus frutos son muy apreciado por la avifauna.
- Algarrrobo blanco- (Prosopis alba): puede llegar a superar los 10 metros, es preciado por su copa y su buena sombra. Al ser melífero, sus flores producen gran cantidad de néctar por lo que es visitado por varios insectos polinizadores. Sus frutos son vainas amarillentas de casi 20 centímetros de largo fueron muy utilizadas por los pueblos originarios en su alimentación tanto para forraje como para consumo humano, haciendo harina, patay (pasta dulce) y hasta bebidas como la añapa o aloja.