13 de octubre: Día Internacional para la Reducción de Riesgo de Desastre
ACUMAR conformó recientemente el Comité de Emergencias para la Cuenca, que integran las dimensiones ambiental, económica y social. También trabajamos en la implementación de un Plan de concientización y preparación para emergencias a nivel local.
El día 13 de octubre se conmemora el Día Internacional para la Reducción de Riesgo de Desastres, designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de concientizar acerca de la importancia de minimizar los riesgos y trabajar en el fortalecimiento de la prevención y preparación ante eventos adversos.
En 2020, en el contexto del Covid-19 y la emergencia climática, se definió orientar la Reducción de Riesgos de Desastres a la buena gobernanza para reducir el número de personas que se ven afectadas por los desastres, la degradación ambiental, y la reducción de las pérdidas económicas, con la intención de implementar una visión a largo plazo a favor del bien común.
En Argentina se creó el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) en 2016 luego de sancionarse la Ley Nacional 27.287, teniendo como finalidad la protección integral de las personas, las comunidades y el ambiente ante la existencia de riesgos. Este Sistema tiene como objetivo integrar acciones y articular el funcionamiento de los organismos del gobierno nacional, de los gobiernos provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipales, las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, para fortalecer y optimizar las acciones destinadas a la reducción de riesgos, el manejo de la crisis y la recuperación.
En este contexto, ACUMAR conformó recientemente el Comité de Emergencias para la Cuenca Matanza Riachuelo, que se propone gestionar y coordinar acciones ante emergencias y o eventos adversos. Compuesto por diversas áreas del organismo, coordina los esfuerzos y abordajes de los distintos sectores para dar una respuesta transversal, integrada y efectiva ante situaciones complejas en el territorio de la Cuenca, que integran las dimensiones ambiental, económica y social.
Centrando sus esfuerzos en la comunicación de riesgos desde la perspectiva de Educación para la Salud, la Dirección de Salud y Educación Ambiental es un actor fundamental para actuar ante una emergencia ya que cuenta con un amplio y diverso equipo de trabajo que conoce las características particulares y los entramados que existen en las comunidades de la Cuenca. El abordaje es posible gracias al despliegue territorial que realiza a través de sus Unidades Sanitarias Ambientales situadas en cada uno de los municipios y el trabajo que realizan los equipos de la dirección en los operativos DETecTaR y ATR en acciones conjuntas con la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Concientizar y trabajar en la comunicación y percepción de riesgos de las comunidades a los fines de preservar la salud de las personas es una tarea que realizan en forma continua los trabajadores de la Dirección.
ACUMAR también trabaja en la implementación de un Plan de concientización y preparación para emergencias a nivel local APELL (Awareness and Preparedness for Emergencies at Local Level, por sus siglas en inglés), vinculado al Programa de la ONU para el Medio Ambiente. En ese marco, nos encontramos articulando entre todas las áreas del organismo para su implementación en el Polo Petroquímico Dock Sud, teniendo en cuenta su transversalidad y heterogeneidad de cuestiones vinculadas a los habitantes que allí viven, la relación con las industrias, la superposición de jurisdicciones y multiplicidad de actores que intervienen.
La implementación del Proceso APELL en Dock Sud tiene como objetivo principal proteger a la comunidad contra pérdidas humanas y materiales, y evitar daños a la salud de las personas y al ambiente que puedan ser provocados por distintos escenarios asociados a la actividad industrial del lugar.
Del mismo modo, se pretende identificar y crear conciencia de los peligros y riesgos; definir y ejecutar medidas de reducción de riesgos; prevenir y mitigar accidentes; y también, desarrollar una preparación y respuesta ante la emergencia coordinada entre la industria local, las autoridades y la comunidad.
El programa APELL permite articular eficientemente los esfuerzos de preparación para emergencias a nivel comunitario, y apoya las iniciativas de los gobiernos y las comunidades, para minimizar la ocurrencia y los efectos nocivos de los riesgos tecnológicos y las emergencias ambientales.