Las Guardias Ambientales continúan las recorridas por la Cuenca
Los equipos de prevención de ACUMAR, mediante su recorrido diario y sus alertas, han permitido actuar más velozmente y prevenir daños ambientales en la Cuenca.
Las Guardias Ambientales de ACUMAR, creadas hace un año mediante la Disposición Conjunta 1/2021, recorren aleatoriamente y en distintos horarios el territorio de la Cuenca Matanza Riachuelo los siete días de la semana.
Estos equipos de prevención tienen como objetivo supervisar y advertir mediante alertas tempranas situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad ambiental, trabajando en articulación con las fuerzas de seguridad, las jurisdicciones y los distintos organismos públicos, según el tipo de incidente.
De esta manera, se puede actuar velozmente frente a distintos eventos y controlar ilícitos o procedimientos que sean posibles causantes de daño o contaminación en la Cuenca.
Se vinculan en forma directa con la vigilancia que protege el Camino de Sirga -el espacio ribereño del cauce principal- para evitar que se dejen desperdicios y escombros, realizan control de cargas junto a la fuerza de seguridad competente en cada territorio, y también reciben avisos sobre humos, olores o peligros por parte de la comunidad.
“Las guardias ambientales son una política pública de cercanía que nos permite una presencia los siete días de la semana en la Cuenca, establecer una relación de proximidad con la comunidad y detectar diferentes problemáticas que se dan en el territorio para poder intervenir de forma inmediata”, destacó Antolín Magallanes, director general de Gestión Política y Social de ACUMAR.
Durante el último año, las Guardias Ambientales han permitido agilizar detecciones de distintos derrames que llegan al río o arroyos, e implican un riesgo de contaminación, cuidaron el mantenimiento de obras en marcha, y ampliaron la coordinación con instituciones como Defensa Civil, Bomberos o servicios de salud.
Forman parte, asimismo, de operativos de fiscalización, tales como los que se realizaron en las últimas semanas, por ejemplo, en Lomas de Zamora y General Las Heras, en los que se clausuraron vuelcos clandestinos de efluentes industriales.