El desafío urgente de proteger la Cuenca debe necesariamente incluir a toda la comunidad, pública y privada con injerencia en las actividades y vida cotidiana en el territorio, en el desarrollo de un Plan Estratégico Participativo. Nuevos actores deben tener voz y acción, deben poder sumarse a la confluencia histórica de todas las voluntades que posibilitarán, a partir de ahora y en el futuro, la construcción de la Visión Compartida de la Cuenca
Este modelo representa un llamado a la acción, entendiendo que la complejidad de las condiciones culturales, económicas y la degradación ambiental no pueden ser superadas de un día para otro, sino que la transformación es fruto del trabajo colaborativo y coordinado de la autoridad pública, la sociedad civil, las organizaciones empresariales públicas y privadas, las comunidades afectadas,
La intervención activa de la Comisión de Participación Social (CPS) reforzará el vínculo institucional entre las organizaciones de la sociedad civil, los referentes de la comunidad, las Defensorías y la ACUMAR.