En el marco de la actualización del Plan Integral de Saneamiento Ambiental en 2016, se produce un replanteo de la Reconversión Industrial, adoptando un criterio de Adecuación Ambiental.
Se propone un cambio en el enfoque de la gestión industrial tendiente a la mejora del desempeño ambiental, a través de cambios tecnológicos y/o mejoras operativas en el manejo de los aspectos ambientales de cada empresa. Este concepto permite la incorporación de medidas tendientes al uso eficiente de recursos (energía, materias primas, agua, entre otros) y minimización en la generación de residuos, efluentes y emisiones.
Una vez diseñados y aprobados los planes de mejoras para la adecuación ambiental, la correcta implementación de los mismos debe ser controlada a través de inspecciones de manera de asegurar su cumplimiento.
Por lo tanto, resulta necesario avanzar en una estrategia de priorización de acciones de inspecciones segmentando las mismas en un universo de establecimientos responsable del aporte de los mayores niveles de contaminación, el abordaje de aquellos emplazamientos emblemáticos, así como aquellas actividades de alto riesgo.
También son esenciales las acciones destinadas a agilizar la actividad de control y las decisiones derivadas, como el nuevo proceso de empadronamiento, a través del desarrollo de plataformas de gestión integradas al tablero de control, al sistema de gestión de información y que además sirvan como fuente de gestión para otros organismos con competencia de control dentro de la Cuenca.