8M: las trabajadoras de ACUMAR revindican los logros alcanzados por la paridad de género
Las mujeres que trabajan en el organismo ejercen su tarea cotidiana conscientes de las diferencias sexistas que todavía existen, pero reivindican los avances logrados que incluyen la creación de una Coordinación y la paridad de género.
El origen histórico del 8 de marzo se encuentra en las 129 obreras de la fábrica textil “Cotton” de Nueva York, Estados Unidos, que en 1908 fueron quemadas vivas en un incendio provocado por la patronal, ante la negativa de abandonar la huelga y ocupación de la fábrica, en reclamo de jornadas de 8 horas, descanso dominical e igual salario por igual tarea. En 1975, Naciones Unidas comenzó a reconocer esta fecha como el Día Internacional de la Mujer.
Esta jornada de reflexión posibilita, en el marco de la institución, nombrar en voz alta la lucha por el cumplimiento y el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres en igualdad de condiciones. Igualdad que sea real y efectiva con el objetivo no solo de conmemorar el día, sino de visibilizar los reclamos históricos del feminismo que aún se encuentran vigentes: basta de femicidios, transfemicidios, de violencia por cuestiones de género, de acoso callejero y de desigualdad laboral, entre otros. El feminismo, además de igualdad, también reclama emancipación: autonomía de los poderes patriarcales respecto a su actividad personal, económica, laboral, social y política.
En un contexto mundial de pandemia como el que estamos atravesando, las mujeres se encuentran en la primera línea de la crisis del Covid-19 como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras y organizadoras comunitarias. En diciembre de 2020, el colectivo feminista logró la tan esperada ley por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito.
Desde ACUMAR, adherimos al cupo Cupo Laboral Travesti, Transexuales y Transgénero, que garantiza la promoción de igualdad real de derechos y oportunidades. También se aprobó la Resolución 275/2020, que instaura la paridad de género en el órgano rector del organismo, el Consejo Directivo, estableciendo que las jurisdicciones deberán tener en cuenta la paridad de género al momento de designar a sus representantes.
Las mujeres de ACUMAR
Silvina Melita trabaja en el organismo desde 2014 y se desempeña en el Consejo Municipal.
“El Consejo Municipal actúa como un enlace entre el organismo y los gobiernos locales. Otra de las tareas es organizar diferentes reuniones entre las áreas de ACUMAR y los municipios. Una de las cosas que parece ser socialmente asignada por el solo hecho de ser mujer es la de preparar café para las reuniones, parece ser algo normalizado por ser mujer. Además, si hiciéramos una estadística sobre cuál es el sueldo promedio de las trabajadoras mujeres en ACUMAR y cuál es el de los hombres se podría ver que todavía se mantienen las diferencias sexistas”, aseguró.
Melita revindicó los logros alcanzados en el organismo respecto a la igualdad: “ACUMAR adhirió al decreto 721 que garantiza el cupo trans y se creó una Coordinación de Género, que en este año de pandemia tuvo ya un trabajo muy importante de charlas y conversatorios sobre temas relacionados a género. Creo que estamos en un momento bisagra, en el que ser mujer tomó otra relevancia. Hoy es sinónimo de lucha colectiva, de hermandad, de justicia. Es casi una obligación estar a la altura de las circunstancias con estos temas. También esperamos que los gremios lo estén y se apruebe el protocolo de género de ACUMAR, tan necesario”.
Daniela Villoldo trabaja en ACUMAR desde hace siete años, y actualmente forma parte del equipo interdisciplinario de la Coordinación de Género. “Desde hace un par de años ha cambiado el paradigma de forma progresiva respecto de ser mujer trabajadora; avanzando en distintas esferas en las cuales nos encontrábamos inmiscuidas a tolerar determinadas situaciones, teniendo actualmente mayores posibilidades y el respaldo para poder alzar nuestra voz y ser tenida en cuenta nuestra opinión en la toma de decisiones”, afirmó.
Villoldo, además, se refirió a los logros alcanzados en la Coordinación: “La adhesión al Decreto 721/2020, donde se estableció la obligatoriedad del Cupo laboral Travesti Trans, representó el saldo de una deuda histórica, generando una reivindicación de derechos hacia la ciudadanía en lo que concierne a las personas TTT y el acceso a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo. Durante el año pasado hemos trabajado arduamente para la elaboración del Protocolo para la actuación y la erradicación ante situaciones de violencia de género, y estamos actualmente con mucha expectativa respecto al consenso para su aprobación”.
María Laura Riesgo ingresó en abril de 2010 y fue una de las primeras trabajadoras del organismo. “Era responsable técnica de un laboratorio de Avellaneda, perteneciente al Municipio. Formo parte de la Coordinación de Calidad Ambiental, pero trabajo en este laboratorio que realiza sus tareas en forma coordinada con ACUMAR, a través de diferentes convenios. Soy licenciada en Química”, rememora y explica en qué consiste su labor: “En el laboratorio hacemos análisis del agua superficial de los humedales de la Cuenca, agua de consumo, hicimos relevamientos del agua que llega por red a Villa Inflamable, muestras de suelos y sedimentos. En pandemia, trabajamos un montón haciendo análisis de agua superficial de las redes de monitoreo”.
También hizo referencia a la igualdad con los hombres: “En el laboratorio somos mayoritariamente mujeres, pero en ACUMAR claramente hay una disparidad en los cargos jerárquicos. Siguen predominando los varones y se da en todas partes. Los cargos de poder y de decisiones más fuertes son de hombres. No es una cuestión de capacidad, sino de oportunidades. En la mayoría de los laboratorios de análisis la parte técnica está ocupada por mujeres, aunque el director siempre es un varón. Yo siempre ejercí con libertad, pero la mía es una situación particular”.
Emilse Pérez trabaja en el organismo desde el año 2013, en la Dirección de Salud y Educación Ambiental (DSyEA), como referente de la Unidad Sanitaria Ambiental de Avellaneda.
“ACUMAR fue cambiando. Hoy no tenemos el mismo organismo que cuando yo ingrese a trabajar. Sin dudas es un organismo con más perspectiva de derechos humanes y más justo. Ser mujer cis hoy en ACUMAR no representa una dificultad. Creo que en el organismo las mujeres fueron rompiendo los techos de cristal, pero obviamente hay mucho por seguir conquistando”, subrayó.
– ¿Cómo fue este año de trabajo duro en territorio, debido a la pandemia?
-El año 2020 fue un año muy difícil para todes. Como trabajadora de la DSyEA me sentí muy orgullosa de mis directoras, coordinadoras, de nuestro organismo que se puso a disposición del Ministerio de Salud. Trabajar durante toda la pandemia en distintos roles fue algo muy grato. Sentí que podía aportar un pequeño granito de arena desde mi puesto de trabajo, algo que fue muy gratificante e hizo que el 2020, si bien fue un año duro y triste en todos los aspectos de la vida, también fue un año lleno de esperanza, conciencia social y solidaridad.
Diana Tkach trabaja en la Dirección de Ordenamiento Territorial de ACUMAR hace diez años, es arquitecta y especialista en Gestión Ambiental Metropolitana (UBA). “Mi trabajo abarca muchos aspectos que tienen que ver con la urbanización de villas y asentamientos precarios, que es una de las líneas de acción del Plan Integral de Saneamiento Ambiental. La urbanización implica dar solución habitacional definitiva a la situación de precariedad de residencia de las familias que viven en villas y asentamientos. Me dedico a interactuar con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, con los municipios, con las empresas de servicios públicos, con las familias implicadas participando en las mesas de trabajo, visitar las viviendas nuevas y las anteriores, destrabar situaciones que perjudiquen el avance de las obras, concurrir a las obras en las distintas etapas de ejecución, participar en audiencias del Juzgado de Morón, entre otras actividades”, describió.
– ¿Cómo es ser mujer trabajadora en el organismo? ¿Creés que hay igualdad respecto a los hombres?
-En los últimos años no percibo diferencias ni privilegios al ser mujer dentro de la Dirección y Coordinación de la que formo parte. Impresiona que los cambios dentro del organismo se produjeron en forma paulatina, a la par de la presencia en las calles de los colectivos de mujeres que pelean por el trato igualitario.